Graciela Guzmán, empresaria colombiana exitosa en la industria de la belleza, nació hace 45 años en Barranquilla. Es la dueña y artífice de Tata Harper, empresa que cuenta con un extenso catálogo de productos exfoliantes, aceites, cosméticos y tratamientos de origen natural que ataca el envejecimiento y que ya llega a más de 48 países. Son cosméticos naturales de alta calidad con un gran reconocimiento a nivel mundial.
Esta marca surgió cuando Graciela, después de recorrer diferentes países como México, París y EEUU para formarse en sus estudios de ingeniera industrial, se asentó en Vermot, situado en la frontera con Canadá. Tanto ella como su marido querían estar cerca de la naturaleza y esta zona la consideraron la indicada. Aquí fue cuando la fundadora de Tata Harper se enamoró del mundo rural. En 2003 decidieron crear una granja y dividieron el tiempo entre Vermont y Nueva York. Fue entonces cuando los Harper fundaron su imperio de cremas naturales.
Si quieres conocer todo el recorrido de Graciela, desde sus inicios hasta que su empresa, Tata Harper, llegó a convertirse en una de las marcas naturales pioneras en el mundo de la cosmética, no te pierdas la entrevista realizada a la fundadora Graciela Guzmán que te tenemos preparada.
¿Qué recuerda de su vida en Colombia?
Barranquilla es una ciudad maravillosa. La recuerdo como una ciudad no muy grande, pero colorida y perfecta para crecer. Para mi es mágica. Me encanta y allí tuve la mejor infancia. Fui muy feliz.
¿Qué costumbres conserva?
La verdad es que intento hablar español en mi casa en todo momento. No me gustaría perderlo. Trato de mantenerlo vivo hablando casi exclusivamente español con mis hijos y mi familia. Además, la comida también es una gran parte de nuestra cultura, al menos a mi parecer. Cocino comida casera colombianas y platos con los que yo me crié. Y por supuesto, mi amor por la música y el baile latino, eso no ha cambiado.
¿Cómo nace una emprendedora?
He trabajado casi toda mi vida y siempre he sido emprendedora, incluso cuando era adolescente. Durante la escuela de secundaria tuve pequeños negocios, pero fue entonces cuando me di cuenta en un nivel súper básico de que si haces cosas interesantes y únicas, la gente lo comprará y me enganché.
Cuando me mudé a Estados Unidos, por primera vez después de la universidad estaba trabajando en el desarrollo y construcción de bienes raíces en Miami. Luego, Henry y yo comenzamos nuestra propia compañía de bienes raíces, también con sede en Miami. Sin embargo, cuando me mudé a Nueva York obtuve nuestra granja en Vermont y estaba buscando algo que me apasionara. Fue entonces cuando la idea de Tata Harper Skincare comenzó a tomar forma y pasé varios años viajando por el mundo para conocer y aprender de expertos en diferentes campos, como formuladores, químicos, esteticistas y herbolarios. Ahora, cuando han pasado casi diez años desde que lanzamos nuestro primer producto, todavía me apasiona lo que hacemos y lo que representamos.
¿Cómo llega a la industria cosmética?
Mi empresa surgió como una idea después de que a mi padrastro Mauricio le diagnosticaran cáncer de piel. Estuve con él en la recuperación, y los médicos hacían mucho énfasis en sus costumbres, con qué estaba en contacto a diario y qué comía. Le recomendaron cambiar sus productos a cosas más naturales. Siempre he sido superentusiasta con todo el cuento de la salud, por lo que decidí cambiar mis cremas por cosméticos naturales. Sin embargo, no encontré nada 100% natural que me ayudara a mantener la piel saludable. Ahí fue cuando me di cuenta de que empresas que llevan muchos años haciendo cremas de lujo siempre hablaban de las algas, flores, orquídeas, caviar… pero leía sus etiqueta y veía estas flores mezcladas con una cantidad de ingredientes sintéticos.
¿Y cómo llegó a las fórmulas?
Conté con científicos de todo el mundo. Me dediqué durante muchos años a llegar a este know how que tenemos. Supe cómo cambiar todos esos ingredientes sintéticos por otros naturales y decidimos crear nuestro propio laboratorio, donde desarrollamos todo. En mi granja producimos todos los productos y así inicié el negocio.
¿En qué se inspira?
Me inspiro al viajar, al ver cómo viven otras personas, sus costumbres, al aprender sobre diferentes culturas y experimentar cosas nuevas. Mis fuentes de inspiración pueden ser desde la arquitectura hasta la moda y la naturaleza.
¿Cómo liderar un negocio que nace en una granja y se reproduce por el mundo?
Para mí, el liderazgo se trata de inspirar y motivar. Mi intención es que mi equipo esté tan entusiasmado con lo que hacemos como yo. Esto supone establecer una visión y una dirección que genere creatividad, pasión y compromiso. Las mejores ideas provienen de una colección de mentes, no de un individuo, por lo que he tratado de crear una cultura donde todos puedan sentirse inspirados.
¿Cuántos son en su equipo?
Contamos con unos 200 empleados. Nuestros equipos de investigación y de producción y desarrollo de productos están en nuestra granja en Vermont, EEUU. En Shelburne, Vermont, tenemos nuestros equipos de comercio electrónico y finanzas. El de marketing tiene su sede en Nueva York, y el equipo de ventas está repartido por todo el mundo.
¿Cómo organizar una agenda con un negocio que exige estar encima de todos los procesos?
Crecí en una casa en la que mi madre estaba divorciada y trabajaba desde que éramos muy chiquitas. Siempre tuve el ejemplo de cómo lo hacía. Ella era muy organizada con su tiempo. Cuando estaba en la oficina trabajaba full duro, pero mientras estaba en la casa no se hablaba de negocios ni andaba distraída con el teléfono.
En mi caso, también tengo que planear todo con mucha anticipación para poder estar balanceada porque si no fuera así, estaría 24 horas viajando y trabajando porque el trabajo no se acaba y todo el mundo me necesita por todos lados. Hay que ser muy disciplinado para poder uno dedicarle tiempo al negocio, a sus hijos y también a uno. Uno tiene amigas, familia, uno quiere ir al spa, al gimnasio, etc.
¿Cómo maneja su rol en la empresa?
Mi rol como CEO de la compañía cambia cada año o año y medio porque depende de qué parte del equipo me necesite más. Cada vez que crece el equipo, algunas partes de la compañía se vuelven más importantes que otras. Toda la parte de innovación y de productos nuevos es un grupo que está siempre bajo mi cuidado, y esta es una de las partes del negocio que más me gusta. Le dedico mucho más tiempo a mercadeo, ventas y lo visual de las tiendas.
Actualmente, mi vida se basa en muchas reuniones; debo mirar presupuestos, y a mí me encanta darle autonomía a la gente que maneja cada uno de los departamentos. Hay vicepresidencias para cada uno de los departamentos y siempre estamos hablando. Ahora nos estamos expandiendo por todo el mundo, especialmente en la China y en el Medio Oriente. También reviso la estrategia, viajo por el mundo para hacer lanzamientos de productos y de la empresa en nuevos mercados. Era algo a lo que no me dedicaba tanto antes.
¿Cómo hacer para que haya más emprendedoras y empresarias en Colombia?
Creo que lo que hace falta es creer un poco más en uno mismo. Es necesario pensar que uno lo puede lograr y creer en sus capacidades. Eso es algo que a mi parecer la mujer colombiana debería trabajar más. Cuando empecé esta empresa no sabía qué iba a pasar. No tenía ni idea de si esto iba a tener éxito o si simplemente iba a tener unas cuantas clientas a las que les encantaba la filosofía de lo que proponía. El mundo de la belleza de lujo nunca aceptaba las cosas naturales, lo natural era cosa de hippies, de farmacias pequeñas con productos naturales. Todo el mundo pensaba que lo que estaba haciendo era una locura porque no tenía experiencia, y pocos sabían quién era. La seguridad en mi idea y en el proyecto fue clave para llegar hasta donde estamos.
¿Qué consejos daría a quienes quieren emprender?
Que no piensen en copiarse de otras empresas. Cuando hay una compañía que es exitosa, enseguida le sale todo tipo de competencia haciendo lo mismo. Hace falta más originalidad, desarrollar conceptos nuevos. Lo otro que me parece importante es asegurarse de que ese producto o servicio vaya a mejorar la vida de las otras personas. Hacen falta más empresas que les mejoren la calidad de vida a sus clientes, que no dañen el planeta y que piensen en la sostenibilidad, ya que es la única manera de hacer negocios en el futuro.
Hemos de decir que la fama de Tata Harper ha llegado a tal punto, que sus productos naturales se encuentran a la altura de grandes multinacionales como L’Oreal, Avon, Unilever o Henkel. De hecho, los productos de belleza de Tata Harper están en los tocadores de celebrities como Kim Kardashian, Emma Watson y Jessica Alba tal como ellas mismas lo han confesado en entrevistas.
Fuente: https://forbes.co/2020/03/27/negocios/tata-harper-la-colombiana-que-conquista-el-mundo-con-sus-cremas-verdes/